Lissy Lübeck, fiestera empedernida, habitual de las cabinas de DJ y nuestra reportera residente día y noche, regresa para el verano de 2023 y comparte sus pensamientos, experiencias y reflexiones sobre el mundo de las discotecas de Ibiza. ¿Un año más vieja, pero un año más sabia? Probablemente no.
Si lo dijera cualquier otra persona, lo tacharías de exageración, pero la vida real de Lissy Lü es así.
Salir de fiesta como profesión conlleva una vida dura, pero ¡alguien tiene que hacerlo!
Miércoles 2 de agosto
Mi alarma me despertó bruscamente a las 10:00 h. Fue difícil no hacer clic en cancelar, y mucho menos posponerla, ya que cinco horas de sueño no son suficientes para que mi pequeño cerebro funcione. Estaba claro que una noche en Magaluf me había roto. Logré arrastrarme para aprovechar al máximo nuestro tiempo en el hotel antes de regresar a Ibiza.
Nos dirigimos a la piscina para despedirnos de todos, que cogían varios vuelos diferentes a distintos lugares. Alex había pasado la noche en la suite del ático sin usar de FISHER en lugar de en su propia habitación. ¡Muy bien! No me gustaría que se echase a perder.
A pesar de la resaca que tenía, resultó que todo lo que necesitaba era un chapuzón en la piscina para solucionar mi dolor de cabeza.
Acogedora y revitalizante: la piscina del Meliá South Beach, Magaluf
Con unas pocas horas libres antes de mi vuelo, paramos un taxi para que nos llevara al casco antiguo de Palma para dar una vuelta y cenar algo. En un momento dado, no estaba segura de si íbamos a llegar, ya que el taxista conducía como un loco. Casi pierdo la cabeza y le grité al conductor que redujera la velocidad. Fue aterrador.
Después de toda esa ansiedad, tuve que entrar en Zara para hacer una terapia de compras. Es obligatorio cuando pasas por uno, de todos modos.
Como grandes amantes de la cocina italiana, encontramos un lugar llamado Ritzi. Era un bonito restaurante situado en un precioso edificio tradicional del casco antiguo, y la comida era de primera categoría. Pedí espaguetis arrabiata de plato principal y panna cotta con coulis de bayas de postre.
Cinco estrellas para Ritzi. Llegados a este punto, era hora de tomar mi vuelo de regreso a Ibiza. Stephen me recibió a la llegada y nos llevó a casa para un cambio de ropa rápido antes de dirigirnos a Pacha para la fiesta del 50.º aniversario.
Ambos sentíamos los efectos de una semana intensa de fiestas consecutivas, así que sabíamos que teníamos que doblar esfuerzos para esta noche. Caer de bruces sobre mi cama era la opción preferida a estas alturas, pero teníamos que movernos.
Con un McDonalds de camino para darnos una explosión de energía, nos dirigimos rumbo a la discoteca, llegando poco antes de la 1:00 h para ver a Bedouin calentando el escenario para Carola y Solomun. No fue un calentamiento porque las melodías que estaban pinchando ¡eran auténticos bombazos!
El público adoraba cada segundo. Quizás más conocidos por su música electrónica más sensual y suave, no esperaba esto. ¡El dúo ha mejorado mi opinión! ¿Tal vez tenga que darle otra oportunidad a su noche Saga?
Es una pena que mi Shazam no colaborase porque quería cada pista que pinchaban. Una pista que no necesité identificar fue Baby again de Fred Again, Four Tet y Skrillex... Triunfó.
A las 3:00 h, la sesión back-to-back que todos habíamos estado esperando cobró vida. Los dos jefes de Pacha se dirigieron a la famosa cabina durante tres horas de maravilla musical. Me intrigaba ver cómo pincharían, ya que sus sonidos son bastante distintos, pero lograron encontrar el punto óptimo entre sus sonidos y fue increíble.
Definitivamente fue una celebración épica para la discoteca, y un momento monumental para celebrar los 50 años de Pacha Ibiza. Entró directamente en los anales de la historia con razón.
¡Menuda discoteca, menudo legado! Por el próximo medio siglo.
Sábado 5 de agosto
Después de una semana de fiesta incesante para el equipo de clubbing, nunca he apreciado tanto estar tumbada en mi cama sin hacer absolutamente nada. Más que merecido, en mi opinión.
Tras un profundo sueño, Stevie y yo reunimos el entusiasmo suficiente para levantarnos y no pudrirnos en nuestra propia inmundicia.
Aprovechando lo que quedaba de día, decidimos dirigirnos a Cala Salada para ver la puesta de sol. A pesar de estar a la vuelta de la esquina, aún no había ido, así que me apetecía darme un baño y contemplar el atardecer.
Debido a la ubicación de la cala en la que se encuentra Cala Saladeta, a las 19:30 ya estaba a la sombra. Aún quedaba un pequeño trozo de arena a la luz directa del sol, pero duró 30 minutos. Aceptando la derrota, nos encaramamos a las rocas entre ambas playas para optimizar nuestra ingesta de vitamina D.
Otros 30 minutos después, el sol había desaparecido por completo tras la colina, así que volvimos a la villa para darnos un baño. Tumbarse en la cama todo el día rara vez compensa en Ibiza. Que nos sirva de lección a todos.
Levántate y actívate o desperdicia el día. Antes de que nos demos cuenta, el verano será un recuerdo. Y se multiplica por diez para cualquiera que venga de vacaciones.
Domingo 6 de agosto
Hoy han llegado mis preciosas amigas para su visita de cinco días a la Isla Blanca. Dos de ellas ya habían estado en Ibiza, pero las otras dos son "novatas en Ibiza". Yo estaba más que feliz de ayudarlas con un itinerario para su estancia.
Después de una larga mañana de viaje tras su vuelo de madrugada de las 6:00, querían que su primera noche fuera muy relajada.
Me reuní con ellas en Blue Marlin para tomar unos cócteles al atardecer y ponernos al día.
Todas ellas llevan con su novio mucho tiempo, se han comprado y/o renovado una casa, han adquirido nuevas mascotas, han empezado carreras de alto nivel... ya ves que había mucho en lo que ponerse al día. Las conozco a todas desde que tenía 11 años (a Emily desde que tenía cuatro), así que siempre es interesante comparar experiencias.
Estoy orgullosa de cada una de ellas por las mujeres en las que se han convertido. Creo que también les intriga saber qué hago yo en mi día a día. Creo que es justo decir que he tomado un camino menos convencional en la vida...
La Plaza del Parque de la ciudad de Ibiza es una zona peatonal llena de cafés, bares, restaurantes y tiendas.
Varios daiquiris de fresa y jarras de sangría más tarde, nos dirigimos a Ibiza ciudad para tomar algo un poco más sólido y muy necesario. Una vez más, mi antojo de mejillones tomó el control, y las llevé al lugar donde he probado los mejores mariscos, a Dilo, en la Plaza del Parque. Sabía que les iba a gustar este sitio, ya que tiene un precio razonable y es muy instagrameable.
Para mi horror, el camarero me informó de que ese día no había mejillones. Podría haber llorado. Sin embargo, lo compensé hinchándome a pan y alioli.
Al final, estaba tan llena que no pude ni comerme el postre, pero como las chicas estaban de vacaciones, era obligatorio ir a la heladería. Estábamos todas muy cansadas, así que ellas volvieron a su hotel en Es Caná y yo me fui a casa a dormir. Otra vez.
Lunes 7 de agosto
Por múltiples razones, hoy ha sido uno de mis días favoritos del verano. ¿Sabes esos días de los que no esperas gran cosa, pero que acaban siendo un día súper divertido que siempre recordarás? Pues hoy ha sido uno de esos.
En primer lugar, me reuní con las chicas en Nikki Beach para un día de relax tomando el sol, chismorreando y haciendo todas esas cosas de chicas. Puedes leer cómo nos fue nuestro día en la piscina haciendo clic en el enlace.
Después, las llevé al hotel para que se prepararan para su primera noche en una súper discoteca. Como no son muy aficionadas a las fiestas "hardcore", elegí cuidadosamente la fiesta para asegurarme de tocar la fibra adecuada. No todo quien viene a Ibiza es un clubber empedernido, conviene recordarlo.
Tras de una cena encantadora, las invité a volver a la villa para hacerles una visita guiada, tomar algo junto a la piscina y recordar nuestros días de colegio antes de que nos recogieran. De camino a la discoteca, las chicas hicieron un video grupal declarando un toque de queda a las 4:00 h. Incluso eso sonaba ambicioso. No voy a mentir, yo también confiaba en que se marcharían pronto. Creo que todas subestimamos el poder de Ibiza.
Pav y Phoebe lo saben todo sobre los realities y el mundo del espectáculo, así que cuando entraron Christine McGuiness y algunos ex concursantes de Love Island de Reino Unido, estuvieron en su salsa.
Tal vez fuera el atractivo añadido de los famosos, pero al final estas dos aficionadas a las discotecas duraron más que yo y acabaron quedándose hasta el cierre. No había visto a Pheebs bailar así desde los buenos tiempos de noveno curso. Fue divertidísimo.
Tenía miedo de que se sintieran un poco abrumadas, pero a todas les encantó, lo que me hizo feliz. Siempre es agradable recibir visitas de casa, porque te ayudan a aterrizar en la realidad cuando la locura de la vida ibicenca amenaza con desviarte del camino.
¿Tienes ganas de más desventuras en el mundo de las discotecas? La próxima entrada del diario de la pista de baile de Lissy Lü ya se ha publicado.
Lee las aventuras de las semanas pasadas aquí:
Una noche en Magaluf
Fin de semana de Radio 1
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