Escondidos en la impresionante bahía de Cala Llonga, en la costa este de la isla, encontrarás los hoteles de lujo más recientes de Ibiza, Mondrian Ibiza y Hyde Ibiza. El jueves pasado, tuvimos el placer de pasar el día en el nuevo Bungalow Pool Bar and Grill del complejo, donde pudimos disfrutar de un auténtico estilo de vida de lujo.
Nada más llegar, nos sentimos bienvenidas y atendidas al instante. Llegar a la entrada fue como llegar a la alfombra roja, ya que había un conserje sonriente dispuesto a aparcarnos el coche.
Mientras nos guiaban a través de la recepción de Mondrian, me quedé impresionada por su diseño interior.
Paredes de piedra desnuda, toques artesanales y acabados suntuosos, por no mencionar el increíble aroma que flotaba por todas partes; mi cámara estuvo en acción desde el momento en que crucé la puerta.
Después de dar una vuelta rápida y capturar un excelente contenido para "Insta", nos dirigimos hacia la piscina, que se encuentra al lado.
Tanto Mondrian como Hyde cuentan con una serie de atractivas piscinas, que se comparten entre los hoteles hermanos. Teníamos una cama con nuestro nombre en Bungalow, con vista a la bahía y a las exuberantes copas de los árboles. Desde aquí, se obtiene una auténtica vista de pájaro de la playa de Cala Llonga, donde se puede ver pasar el mundo y las olas rompiendo majestuosamente en la orilla.
Inmediatamente nos dimos cuenta de que, aunque el hotel cuenta con más de 400 habitaciones, lo mágico de este precioso refugio ibicenco es el ambiente de hotel boutique que conserva. Nos sentimos como si fuéramos los únicos huéspedes allí. Tal vez sea el entorno o la atención del personal, pero nos sentimos como en nuestra propia burbuja privada allí arriba.
Desde el primer momento, el personal hizo todo lo posible por satisfacer todas nuestras necesidades. Como éramos un grupo de cuatro mujeres, comprendieron nuestra misión y nos ofrecieron una amplia gama de sus mejores bebidas: desde zumos detox hasta chupitos y cócteles de bienestar, que saciaron nuestra sed al final de la tarde.
En cuanto a la comida, quedamos maravilladas con todos nuestros platos. Mención especial merece el bocadillo de atún, del que mis acompañantes no paraban de hablar maravillas. Igualmente, mi sándwich club de pollo era absolutamente divino.
No quedó ni una miga en el plato. La ensalada césar y el plato mixto de sushi también estuvieron impecables, lo que sirvió de acompañamiento perfecto para el flujo de bebidas que se ofrecían.
Fue un gran detalle que, por el cumpleaños de mi mejor amiga, le trajeran una deliciosa sorpresa a la tumbona. Envuelto en una cobertura de chocolate blanco, con obleas de chocolate en el centro y un mensaje de cumpleaños escrito con cacao derretido, fue el dulce perfecto para cuatro estómagos muy llenos.
Como fanática de la música, también me impresionó mucho la lista de reproducción que sonó durante todo el día. La música house relajante creó el ambiente perfecto para disfrutar de un día tranquilo junto a la piscina.
A lo largo de la tarde, nos sumergimos entre la tentadora piscina y nuestra lujosa tumbona, e incluso conseguimos echarnos una siesta de una hora. Me sentí como si hubiera renacido después de un día en Mondrian, lista para conquistar nuevamente el lado no tan relajado de Ibiza. Estoy deseando volver.
Para obtener más información o reservar una estancia, visita las páginas de Mondrian Ibiza o Hyde Ibiza en nuestra página web.
