Nuestro destino de hoy era el nuevo e impresionante Hotel Mongibello Ibiza, en la localidad de Siesta, a las afueras de Santa Eulalia.
Ansiosos por descubrir los encantos de este hotel temático único, reservamos un pase de día y nos preparamos para retroceder en el tiempo hasta un lugar de la Costa Amalfitana de Italia en los días felices de la dolce vita.
Desde el momento en que pasamos por delante de los vehículos clásicos de la entrada y entramos en su fresca zona de recepción, cuyas paredes están forradas con fotos icónicas de época, supimos que nos esperaba algo especial.
Lo primero que llama la atención al llegar es lo mucho que se han esforzado los propietarios para recrear el ambiente del dolce far niente: la elegante decoración, el mobiliario en azul y blanco y los toques neoclásicos a lo Gio Ponti.
También está la banda sonora de los años 50, 60 y 70, perfectamente seleccionada; objetos y recuerdos extravagantes, una mesa de billar y pequeños rincones como el de los discos de vinilo, donde puedes escuchar discos de 45 rpm y pasar el rato con los amigos.
No pudimos evitar tomar un espresso en el elegante café de la terraza lateral de Mongibello.
¡Qué lugar más interesante!
Todo ello se combina para infundir en los huéspedes la sensación de profunda relajación y bienestar que es sinónimo de estar de vacaciones. Se trata de una idea inteligente en la que Concept Hotel Group, el grupo que respalda al Mongibello, ha pensado mucho.
Nos acompañaron a nuestras cómodas tumbonas en la preciosa zona de la piscina de Mongibello. A las 11:00, ya estaba lleno de felices veraneantes disfrutando del ambiente relajado. No pudimos evitar darnos cuenta de que la mayoría de los huéspedes alrededor de la piscina estaban leyendo libros o libros electrónicos, sin apenas un teléfono a la vista... simplemente felices de vivir el momento.
Las vistas desde la zona de la piscina son divinas, con vistas a la playa de "Mongibello", Es Caló de s'Alga, y al mar. Donde quiera que mires, todo es azul: la resplandeciente piscina, los elegantes estampados a rayas azules y blancas, las olas del Mediterráneo a lo lejos y el azul claro del cielo. Es una sensación de ensueño en este enclave privilegiado.
No olvides traer tus gafas de sol más retro y tu pañuelo para la cabeza y estará lista (o listo) para unirte a los otros bon vivants en este hotel ultra elegante.