Leyendas y folklore de Ibiza

Para los antiguos fenicios Ibiza era una isla mágica bendecida por los dioses.

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Isla mágica

Para los antiguos fenicios Ibiza era una isla mágica bendecida por los dioses debido a su rica tierra roja de origen no volcánico y al hecho de que la isla impedía que sobreviviera ningún reptil, animal, insecto o planta que pudiese dañar a los seres humanos. Aún hoy en día muchas personas llevan amuletos y colgantes que contienen la tierra "sagrada" de Ibiza para protegerse del mal. Aunque puede que ya no les proteja de la mordedura de la culebra de herradura que se ha importado desde entonces desde el continente en las raíces y los troncos de los olivos.


Isla mítica

Puede que alguno de vosotros sepáis o no que Nostradamus, el famoso adivino francés, dijo en una de sus predicciones que "Ibiza será el último refugio de la Tierra".

Según sus predicciones, el físico y astrólogo francés del siglo XV indicó que cuando un desastre nuclear mundial exterminase la mayor parte de vida en la Tierra, los peculiares patrones de viento predominantes de Ibiza garantizarán que sea el último entorno donde siga habiendo vida.


Isla misteriosa

El islote de Es Vedrà, que se yergue sobre las aguas de Cala d'Hort, no permite vivir a ninguna criatura venenosa. El sacerdote carmelita don Francisco Palau fundó el monasterio en Es Cubells. Mientras meditaba allí, tomó notas exactas de revelaciones místicas y encuentros con "seres sobrenaturales rodeados de luz". Informó de grandes círculos de luz con un diámetro de hasta 50 metros que emergían del mar y, por lo visto, disuadían a los pescadores de pescar en esa zona. Se cree (aunque no ha sido demostrado por la ciencia) que Es Vedrà desprende una fuerte energía magnética que atrae fenómenos inexplicables.

Lee también nuestro artículo Es Vedrà: por qué ir, los mitos y desde dónde verla.


Talentos creativos

Que Ibiza tiene un magnetismo cautivador para personas de gran talento creativo es una realidad. No es ningún secreto que Ibiza presume de una gran concentración de residentes internacionales con talentos excepcionales y distintas capacidades, todo ello en una isla relativamente diminuta. Se dice que esta comunidad de personas han encontrado inspiración y realización en el sencillo y enriquecedor estilo de vida de los ibicencos y la impresionante claridad de la luz de la isla, que se obtiene de los más de 300 días de luz del sol de la que disfrutamos cada año.

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