Chi Kee Wun, parte del famoso grupo O Beach, es un restaurante al aire libre ultraelegante que sirve innovadora cocina de fusión oriental elaborada con los mejores ingredientes locales e importados. Muy popular entre los jóvenes turistas de la localidad, se ha ganado su nombre en los últimos años.
Lo primero que llamó la atención del equipo al llegar fue el entorno: un sinuoso camino bajo los pinos conduce a su entrada, con su recepción de bambú y una cómoda zona de estar con cómodos sillones ideales para tomar una copa antes de comer, una shisha o una charla con amigos después de cenar.
Cualquiera que se haya acercado a la rotonda que hace esquina con la playa de S'Arenal y la carretera de la Bahía habrá notado el seductor resplandor rojo que proyecta el local. En el interior, la decoración, en tonos verde oscuro y rojo chino, se ve realzada por el cálido resplandor carmesí que desprende la iluminación ambiental del techo.
Una vez dentro, la amplia terraza cuenta con mesas para comer perfectas para grupos, una larga barra abierta y una nueva zona VIP para cenar, Dragon's Den, para grupos que quieran cenar por separado o celebrar un evento especial, lejos de miradas indiscretas. Cenar aquí es a la vez íntimo y sociable, como lo demuestran las parejas y los grupos de amigos que vimos a nuestro alrededor.
Expertamente equipado con djs locales, la banda sonora es una alegre mezcla de melodías de discoteca profundas y progresivas.
El personal es amable y enérgico, y trae rápidamente refrescos, aperitivos y tentempiés típicos como pan de gamba y salsas para comenzar el banquete.
Con algunas incorporaciones de otras zonas de Oriente, como Indonesia, la comida de Chi Kee Wun es un viaje culinario.
Decidimos optar por el menú degustación prémium para poder disfrutar de lo mejor del restaurante. Empezamos con tres de los cócteles de autor más reputados del local, todos ellos creados para acompañar la gastronomía.
Elegimos dos con alcohol y un cóctel sin alcohol. Fue agradable que los adaptaran a nuestros gustos individuales. Todos eran perfectos, equilibrados, deliciosos y con el grado justo de dulzor.
Entre los entrantes, se encuentran rollitos de primavera vegetarianos, pollo satay, costillas de cerdo glaseadas con miel y tempura de langostinos tigre con mayonesa kimchi. Los platos están presentados con el estilo característico de Chi Kee Wun.
El plato intermedio consistía en un cuarto de pato crujiente. A diferencia del pato pequinés estándar, ya estaba cortado en trozos del tamaño de un bocado. Rico y sabroso, el sabor característico de la carne se compensaba con la salsa hoisin oscura y salada.
Después de habernos atiborrado de las generosas porciones hasta entonces, tenemos que admitir que la llegada del plato principal, un despliegue de relucientes maravillas, ¡nos pilló desprevenidos!
Gracias al gran plato giratorio amarillo que había en el centro de la mesa, pudimos darnos un gran lujo. Hicimos todo lo posible por consumir los langostinos agridulces, la carne de ternera crujiente con chile, el arroz frito especial Chi Kee Wun, los tallarines al estilo Singapur y el pollo crujiente al limón. Pero, la verdad sea dicha, las abundantes porciones superaron nuestro apetito.
Los postres de Chi Kee Wun fueron toda una revelación. El primero fue un Banana Wun, una suntuosa preparación casera hecha con una base de crumble de jengibre, crema de plátano, canela, chips de miel y una galleta crujiente, servida con helado de vainilla. A continuación, una cremosa tarta de queso elaborada con queso Mahón de Menorca junto con una bola de helado de pistacho. En ambos casos, la textura, el aspecto y el equilibrio de sabores fueron irresistibles.
Si aún no has probado las delicias orientales de Chi Kee Wun, asegúrate de reservar tu mesa aquí y añadirlo a tu lista de vacaciones. Te garantizamos una velada agradable.
