El sabor de... Space Eat & Dance

Deliciosa comida a precios asequibles y sin gasto mínimo. La mejor puesta de sol de la isla es ahora más sabrosa.

No hay ningún lugar en la isla como el paseo marítimo con vistas al atardecer Sunset Strip, en la localidad turística de San Antonio, para ver el sol ocultarse en el horizonte. Este lugar, donde se encuentran varios de los locales chill-out más emblemáticos, alberga ahora Space Eat & Dance, la última aventura del responsable de la discoteca Space, el legendario Pepe Roselló.

Al final de un sofocante día de julio, nos acercamos para echar un vistazo al local, probar la comida y, por qué no, empaparnos un poco del ambiente pre-fiesta único por el que es famosa la zona.

Encaramada sobre las rocas al principio del paseo, la terraza de Space Eat & Dance goza de una ubicación fantástica. Afortunadamente, también se beneficia de una refrescante brisa que nos mantiene frescos en una noche tan calurosa.

Además de las mesas, hay cómodas zonas con sofás ideales para disfrutar de un cóctel antes de cenar o de una copa al atardecer con los amigos. Mientras tomamos nuestros cócteles, miramos hacia la bahía y vemos a otros buscadores de la puesta de sol (como nosotros) en barcos de diferentes tamaños sobre el mar, todos esperando el crescendo carmesí de otro día mágico en el paraíso.


El servicio de Space Eat & Dance es ágil, por lo que los entrantes no tardaron en llegar.

Después de un día caluroso, la ensalada de burrata suave y sedosa con tomate cherry confitado fue agradablemente refrescante.

A continuación, nos trajeron un plato de pollo yakitori marinado en horno Josper y servido con arroz basmati, puré de coco, boniato y tirabeques. Venía adornado con chips de piel de pollo frita, un toque inusual e innovador.

Nos encantó el bacalao fresco confitado escalfado a baja temperatura en una reducción ligeramente picante de leche de coco, lima y hierba limón, y servido con paquetes de pak choi y edamame.

La salsa romesco de chipotle ahumado que acompañaba al pulpo asado lo equilibraba muy bien.

El tataki de ternera ahumada con ajo negro y emulsión de sésamo estaba delicioso gracias al contraste entre el exterior ligeramente dorado y el suculento interior de la carne.

Naturalmente, no podíamos dejar pasar la oportunidad de probar la emblemática hamburguesa Space del restaurante. Elaborada con carne de vacuno añejada a la parrilla, con el famoso logotipo grabado en el pan y servida con un montón de guarniciones, ¡es toda una obra maestra!


Los postres nos parecieron excepcionales en cuanto cogimos la carta. Así que no nos sorprendió que se nos hiciera la boca agua. En serio, si vas sólo por los postres, merece la pena.

Panna cotta de jengibre con crumble de curry y mango salteado con lima y herba limón. ¡Simplemente sublime!

Coulant de chocolate "Saint Dominique" con crumble de avellanas y helado de vainilla de Veracruz.

Cheesecake de lima con galletas digestivas y sorbete de violetas y frambuesas. Una deliciosa mezcla de sabores y texturas.


Space Eat & Dance no nos decepcionó. Vale, no bailamos, pero la banda sonora siempre estuvo a la altura, con Josh Wink, el pionero del techno y el house a los platos.

Con unos precios asequibles, una ubicación inmejorable y una comida que va más allá de lo habitual, merece la pena visitarlo. Y no te dejes engañar pensando que es sólo para clubbers: atrae a una clientela mixta que incluye familias.

Para disfrutar de una magnífica cena al atardecer, reserva hoy mismo tu mesa en Space Eat & Dance.

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