Reseña gastronómica: Un banquete en Coco Beach

Un almuerzo placentero y memorable en esta leyenda culinaria de Playa den Bossa.

En un cálido día de finales de primavera, el equipo de críticas gastronómicas de Spotlight (unos pocos suertudos), volvimos a Coco Beach, en el extremo occidental de Playa d'en Bossa. La pregunta que nos hacíamos era si la comida de esta legendaria institución ibicenca (ahora en la cúspide de su tercera década) podría estar a la altura del fabuloso festín que disfrutamos allí el verano pasado. Después de tres horas (es el tipo de lugar que te tienta a quedarte) nos fuimos completamente saciados, y la respuesta a la pregunta fue un rotundo ¡SÍ!

Ten en cuenta que para que pudiéramos probar una amplia variedad de platos (y no llenarnos demasiado), algunas de las porciones que aparecen en las fotos son más pequeñas de lo normal.

Una vez sentados, el propietario y gran chef Jimmy y la siempre encantadora anfitriona Almuth nos recibieron cordialmente. En lugar de elegir de la carta, como hicimos el año pasado, Jimmy nos explicó que había preparado un menú especial para nosotros, que nos permitía degustar una amplia gama de sus mejores platos. Lo que siguió fue una panoplia de maravillas culinarias, todas pequeñas pero bastante fuera de este mundo.

Para empezar, nos sirvieron una fuente de dos pisos con los famosos amuse-bouches o aperitivos de Coco Beach, que incluía salsas sabrosas, crudités crujientes y lo mejor de todo, las albóndigas de pollo y cerdo exclusivas de Jimmy. La refrescante jarra de sangría y un buen rosado provenzal fueron los acompañantes perfectos.

Lo que vino después nos dejó atónitos a los cuatro: una sopa de bogavante y cangrejo de río súper cremosa ¡servida en una sopera como nunca antes habías visto! Esta ambrosía de color naranja brillante delicadamente sazonada nos dejó extasiados.

Cuando tuvimos la oportunidad de recuperarnos, los siempre atentos camareros (que se acordaban de nosotros y de nuestras preferencias 12 meses después de nuestra anterior visita) procedieron a traernos otro clásico de Coco Beach: unos crujientes "Röstis". Estas patatas fritas al estilo austriaco conocidas como hash browns, cubiertas con una generosa porción de caviar iraní imperial y acompañados de crema agria, cebollino y huevo de codorniz, fueron sencillamente excepcionales. Asegúrate de probarlo cuando vayas.

La comida en Coco Beach no sólo es deliciosa sino también muy atractiva a la vista. Los dos platos siguientes son un ejemplo del cuidado y la atención que se prestan a la presentación. El primero fue el tataki de atún, gruesas láminas de atún de cola amarilla fresco en una salsa picante de miso con dados de mango, judías edamame incrustadas con wasabi y semillas de sésamo.

Tras una breve pausa, llegó un suculento Stroganoff elaborado con carne de ternera americana de primera calidad.

Llegados a este punto, no estábamos convencidos en tomar postre. Sin embargo, echamos un vistazo a la carta e inmediatamente cedimos. Jimmy nos obsequió con una bandeja de degustación que incluía mousse de chocolate con un coulis de maracuyá ácido, mango tallado con mucho arte y frutas del bosque glaseadas. ¡Una delicia!

Cuando nos fuimos, los camareros estaban bajando las cortinas de plástico y encendiendo los calefactores interiores para que el servicio de la cena fuera agradable y acogedor. Ya estaban llegando los comensales impacientes. Como atestiguan los numerosos fieles seguidores de este lugar gastronómico, ya sea para desayunar, comer o cenar en la playa, Coco Beach nunca deja de deleitarnos.


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