Después de haber realizado muchas críticas gastronómicas a lo largo de los años, las que resultan más gratificantes son las que te pillan por sorpresa. En la era de la información e Internet, verdaderamente te hace sentir como si te hubieras topado con algo mágico.
En muchos sentidos, la ubicación de Terramar Ibiza en Cala Llonga y su discreta fachada de restaurante tradicional delatan la calidad del producto que ofrece.
Aquí se come excepcionalmente bien, y probarás lo mejor que ofrece el Mediterráneo. La cultura de Terramar muestra una gran devoción por sus ingredientes y por el modo en que se obtienen, con especial énfasis en el pescado fresco.
Es posible que ya conozcas Terramar o, al menos, hayas oído el nombre. Con sede en la costa norte de España, esta cadena de restaurantes está presente en todo el país, incluido Madrid.
Cualquiera que haya frecuentado alguno de sus otros establecimientos estará encantado de saber que hay continuidad en su carta. En todos los locales se usan los mismos ingredientes y se presta la misma atención al detalle. El jefe de cocina sevillano de Terramar Ibiza está comprometido con esto. Del mismo modo, tanto él como su equipo de cocina internacional se han tomado muy en serio el estilo de vida ibicenco.
Las anchoas y los boquerones se preparan con sencillez, pero tienen un increíble sabor. Sin embargo, la mayor maravilla es la tierna anguila ahumada, que el camarero te flambea con un soplete en la misma mesa.
Nuestra experiencia culinaria culmina con el delicioso ceviche y el steak tartar. Las alcaparras le añaden un sutil pero agradable toque salado al segundo, que se funde con la yema de huevo cruda. Ambos platos principales son excelentes. Echa un vistazo a las imágenes de más arriba para ver más fotos.
Lo más importante es que Terramar Ibiza no aliena a los lugareños ni al turista medio con precios absurdos. Tranquilamente, puedes pedir varios platos sin tener que gastar mucho dinero. Aunque no se etiqueta a sí mismo explícitamente como "tapas", la carta de Terramar es una invitación abierta a compartir.
El precio, más que asequible, rompe con la norma en una isla aparentemente empeñada en perseguir a turistas de un nivel adquisitivo particular.
Tampoco hay que desanimar a aquellos que busquen cenas de alto nivel. La calidad de los platos eclipsa el humilde entorno. Es esta sorpresa la que más brilla. Pásate por allí y compruébalo tú mismo/a.