Los lugares menos conocidos de Ibiza

Una guía completa de los lugares menos conocidos de Ibiza y que son realmente espectaculares.

Ya sea por su fama, por la era de Internet o por los teléfonos móviles con cámara, lo cierto es que quedan muy pocos secretos sobre Ibiza. Y es que hoy en día fácilmente puedes encontrar opiniones sobre los mejores restaurantes, las mejores playas y los espacios naturales más bonitos -y todo el mundo tiene sus favoritos.

Por cada visita a Dalt Vila (la ciudadela amurallada de Ibiza ciudad), a Es Vedrá o a San Antonio, hay docenas de lugares menos conocidos por descubrir en Ibiza. Algunos de los rincones que te presentamos se han mantenido en secreto por los locales durante mucho tiempo. Y con razón.

Si finalmente te decides a visitar alguno de estos lugares, te pedimos que lo hagas con responsabilidad. Son sitios muy especiales y para que así siga siendo, evita tirar basura o dañar el paisaje. Asegúrate de que lo único que quede sean tus huellas. A continuación podrás encontrar nuestra selección de los lugares más impresionantes que visitar.


Las Puertas del Cielo

Rodeado de un bosque de pinos, este recóndito mirador ubicado a las afueras de Santa Inés es un tesoro remoto. Su nombre no es casual, pues "las puertas del cielo" se refiere al afloramiento rocoso en frente de él, Ses Margalides, que posee un arco natural parecido a una puerta a través de la cual el mar parece extenderse hasta el infinito. El atardecer desde aquí es especialmente bonito, aunque cabe decir que es un lugar perfecto para disfrutar de la soledad en cualquier momento del día.


El parque natural de Es Amunts

El parque natural de Es Amunts abarca unas 15.000 hectáreas y se extiende desde la costa oeste de San Antonio hasta la costa este de San Carlos, en un paisaje repleto de costas escarpadas, cumbres montañosas, campos y una gran cantidad de fauna autóctona. Un poco más fáciles de explorar son la zona costera de Cala Xarraca (en la foto), el puerto de San Miguel o Cala Salada. Dado que este parque natural conforma casi el 25% de la superficie de la isla, podrás encontrar muchos más tesoros en las rutas por Es Amunts.


Punta Galera

En la costa oeste, un poquito más al sur de Cala Salada, encontramos Punta Galera, al norte de San Antonio, siguiendo la carretera a Santa Inés. Es conocida por sus formaciones rocosas que crean extrañas repisas naturales, y que también son la superficie perfecta para poner la toalla y disfrutar de los rayos de sol. Estas repisas también sirven como escalones naturales para acceder al mar, lo cual facilita el acceso al agua y lo hace menos peligroso. En este lugar completamente virgen no encontrarás ningún beach club presuntuoso ni música a todo volumen: es uno de los pocos lugares donde aún puedes disfrutar del silencio. Pura felicidad.


El pueblo de San Juan

El mundo es cada vez más pequeño... y eso también es aplicable a Ibiza. San Juan, sin embargo, continúa suspendido en el tiempo. Es uno de los últimos pueblecitos de la isla que todavía no ha sucumbido a las grandes empresas y marcas, por lo que sigue siendo auténtico. Además, San Juan también puede presumir de una de las arquitecturas más singulares de las Baleares. La mejor ocasión para visitarlo es en domingo, cuando organizan su popular mercadillo artesanal. ¡Hasta podrás probar una copa de sus delicioso licor de hierbas casero!


Caminata desde Las Salinas a Cap d'es Falcó

En el sur de la isla, encontramos Cap des Falcó, una montaña que se eleva unos 136 metros sobre el nivel del mar y que es hogar de gran variedad de aves rapaces. Sin duda, coronarlo es toda una experiencia, así coge aire y comienza tu caminata desde Las Salinas. Pero ojo, que no es una ruta para principiantes. El ascenso es complicado y encontrarás cinco cimas en el camino, por lo que deberás ir bien equipado. La recompensa es espectacular, pues al llegar arriba podrás disfrutar de una de las vistas más impresionantes de las salinas (en la foto).


Playas secretas

Todo el mundo conoce las playas de Ibiza. Pero a veces, es mejor escapar de las multitudes y encontrar tu propia calita perdida. Dos de nuestras favoritas son Cala d'Albarca y Cala Llentrisca (en la foto). La primera, está flanqueada por acantilados a ambos lados, lo que la mantienen bien escondida. Además, cuenta con un maravilloso puente de piedra natural en la primera playa. Todo un remanso de paz idílico.

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