San Agustín, Ibiza

San Agustín es uno de los pueblos más bonitos de la isla, con su bonita arquitectura tradicional y precioso entorno.

camera

San Agustín es un pueblo pequeño y muy bonito a medio camino de la carretera principal entre San Antonio y San José. Es uno de los pueblos mejor conservados de la isla y constituye un pedazo de la Ibiza más auténtica y serena. Si parpadeas te pierdes la sutil señal de desvío, pero cuando llegues allí te quedarás asombrado por su belleza de imagen de postal.

Encontrarás dos aparcamientos cerca de la iglesia donde estacionar y continuar tu visita a pie. Entre los edificios destacados se encuentra la iglesia y casa parroquial con torre de piedra, que se inauguró en 1806. Aunque el interior de la iglesia es relativamente sencillo en comparación con otras iglesias de la isla, sus sólidos muros y diseño cúbico son el ejemplo perfecto de la auténtica arquitectura ibicenca. Desde la plaza de la iglesia hay una de las mejores vistas panorámicas de las impresionantes colinas de San José y el entorno natural que rodea al pueblo.

Las casas tradicionales que llevan a la iglesia y alrededor de todo el pueblo hay una vista realmente preciosa que contemplar. Es casi como entrar en una fotografía de una caja de bombones cuando contemplas sus chimeneas atípicas y setos impecablemente cortados. Si das la vuelta al otro lado de la iglesia hay un restaurante estupendo llamado Can Berri Vell que sirve comida local en una terraza grande y bonita, con pequeños árboles y parras. Incluso tiene su propia galería de arte y hay otra también situada en el pueblo. Hay pocas tiendas, aunque hay una pequeña tienda de ultramarinos para bebidas y cosas de picar y un estanco muy pequeño.

Agosto es testigo de una serie de festejos de una semana de duración por las fiestas de San Agustín. El evento principal tiene lugar el día 28, cuando podrás contemplar la procesión a la iglesia, admirar cómo se realiza el tradicional baile folclórico ibicenco (baile payés) y después participar en un concierto muy animado hasta bien entrada la noche.

Al llegar aquí casi sentirás que el tiempo se ha detenido, así que apaga tu teléfono y disfruta de la belleza de esta joya de pueblo.

Contenido relacionado