Las dos islas Pitiusas, conocidas por sus paisajes prístinos, son escalas imprescindibles para miles de aves durante sus migraciones anuales. Ibiza y Formentera ofrecen a los amantes de la observación de aves una oportunidad única para observar una gran variedad de especies en su hábitat natural.
El parque natural de Ses Salines, que abarca casi 2000 hectáreas entre ambas islas, es uno de los principales santuarios de aves de la región. Alberga una gran variedad de paisajes, entre los que se incluyen humedales, salinas, dunas y bosques, algo que lo convierte en un refugio ideal para más de 210 especies de aves.
Los ornitólogos aficionados más ávidos pueden ver especies emblemáticas como flamencos y muchas otras aves migratorias y nativas desde el observatorio de aves marinas (mapa de Google) al borde del parque.
Entre las especies que se pueden avistar están la curruca balear, la cigüeña de cuello negro y la gaviota de Audouin, en peligro de extinción.
Formentera también es un lugar magnífico para la observación de aves.
La escarpada región de La Mola de la isla es una zona de especial protección para las aves, mientras que su red de pintorescas rutas verdes para caminatas y paseos en bicicleta ofrece muchas oportunidades para observar a nuestros amigos emplumados, incluido el papamoscas moteado balear.
Gracias a una red de observatorios repartidos por Ibiza y Formentera, ambas islas se han convertido en destinos de referencia para la observación de aves. Ya sea observando aves desde los humedales de Las Salinas o disfrutando de la tranquila belleza de los senderos naturales de Formentera, ofrecen una conexión única con el mundo natural.
¡Descubre las increíbles oportunidades para observar aves!
