Como muchos clubbers ávidos, las fiestas de día son sin duda lo mío.
La combinación de sol, aire fresco y buena música siempre me llena de energía. ¿A quién no le gustaría? Por lo tanto, cuando surgió la oportunidad de hacer una reseña de la segunda entrega de Brunch Elektronik en 528 Ibiza, mi respuesta fue un rotundo "¡sí!".
Después de haber quedado fascinado por la sesión anunciada en el último minuto de Solomun en el Anfiteatro hace unas semanas, tenía muchas ganas de experimentar el Grand Park Stage del local (foto de abajo). Brunch Electronik cumplía con ese requisito, además de ofrecer un cartel de lo que me va.
En el mundo de la música electrónica, hay varios artistas que han dejado una huella imborrable. Ben Böhmer es uno de ellos.
Su música es conocida por sus bonitas progresiones de acordes y por la forma en que entrelaza melodías, creando una mezcla perfecta de emoción y energía. Como actuaba en vivo (en lugar de pinchar, algo poco común en Ibiza), supe que esta actuación iba a ser aún más especial.
Ben Böhmer en directo
Al entrar me llamó la atención la decoración. Enredaderas y hojas colgaban de un techo de malla, lo que creaba un dosel sobre la pista de baile. El ambiente general era el de un refugio sereno, un santuario fresco y frondoso que estaba lo suficientemente protegido del sol implacable, pero aún así al aire libre.
Después de conseguir un pase para el backstage, encontré mi sitio para el inicio de la actuación de Ben Bohmer a las 19:30 h.
Ben empezó con uno de sus clásicos, Beyond Beliefs, un tema que puso la piel de gallina. El tema cautivó al público al instante y marcó el tono para el resto de su actuación. Con ganas de investigar el montaje, me dirigí a la cabina para descubrir la variedad de hardware musical de Ben.
A diferencia de los djs que seleccionan un conjunto de pistas pregrabadas, artistas en vivo como Ben Böhmer toman la magia del estudio de música y la transforman en una experiencia dinámica en tiempo real.
La capacidad de controlar elementos de la pista, improvisar, interactuar con el público y crear un tapiz sonoro único sobre la marcha lo distingue de otros artistas en vivo. Como músico que soy, puedo apreciar la habilidad y el arte que se requieren para pinchar de esta manera.
Disfrutando de la vista desde detrás del escenario, estaba claro que este era un concierto especial.
Ben rebotaba por el escenario, activando bucles, ajustando niveles de volumen, ecualizadores y otros parámetros. De atrás hacia delante, los cuerpos se balanceaban, los rostros sonreían y las manos se extendían hacia el cielo, mientras la música vibraba entre la multitud.
Breathing, coproducida por Nils Hoffman, fue una de las claras favoritas, ya que transformó el local en un coro en el que cientos de voces se unieron a la voz de Malou en un coro hipnótico. Después de un breve intervalo entre las canciones, Ben recibió una ronda de aplausos bien merecidos.
Las buenas vibraciones continuaron, con Ben subiendo el ritmo a 135 bpm mientras lanzaba Best Life. Fue un cambio total del ritmo constante de cuatro por cuatro, introduciendo un breakbeat que mantuvo a todos entusiasmados.
Antes de terminar su sesión, Ben mezcló Strangers. Uno de mis favoritos personalmente. Escucharlo en vivo fue espectacular. El subgrave me sacudió hasta la médula y sus ricas texturas ambientales, preciosas líneas de sintetizador analógicas y un diseño de sonido magistral me impactaron de lleno.
Me hubiera gustado que Ben Bohmer hubiera pinchado más tiempo, pero cuando llegaron las 21:00 h me desanimé. Sin embargo, no pude sentir lástima por mucho tiempo, ya que Innellea (en una actuación ocasional en directo) estaba a punto de subir el volumen.
En un claro cambio respecto a la hora y media anterior, ¡la temperatura estaba a punto de subir!
Un momento destacado llegó cuando Innellea pinchó FE3L del artista underground Notre Dame, introduciendo elementos de percusión con influencias de los años 80 y voces robóticas sobre un ritmo house de estilo moderno.
Otro éxito llegó en forma de la canción Aria de Argy y Omnya. Su cautivadora voz resonó en todo el local, mientras las manos se extendían anticipando el lanzamiento. Cuando llegaron el bombo y el bajo, la multitud se puso en marcha de manera espectacular.
Hacia el final de su sesión, Innellea desató un aluvión de éxitos de masas.
La versión de Eric Prydz de Empire of The Sun - We Are Mirage fue una que se me quedó grabada. Esta canción siempre atrapa al público: ¡es un éxito asegurado! Poco después, siguió Innerbloom, el himno eufórico de RÜFÜS DU SOL, que todavía suena tan fresco hoy como cuando se lanzó.
Aprovechando el servicio de autobús gratuito de regreso a San Antonio, volví a casa asombrado.
Brunch Electronik, una combinación perfecta de suaves melodías y energía bailable, me ofreció una de las mejores veladas que he tenido en la isla. Esto es un testimonio de la capacidad del grupo para crear un cartel que cumple con todas las expectativas.
El ambiente fue impecable y la fiesta también demostró que los artistas en vivo son el futuro en una isla sumida en la obsesión por los djs.
No os preocupéis, volveré para una tercera y última ronda (al menos en lo que respecta a 2024) de Brunch Elektronik en 528 Ibiza el viernes, 26 de julio. Os sugiero que hagáis lo mismo. Disfrutad de un cartel repleto de actuaciones, que incluye a Folamour, Mr G (en directo), Jeremy Underground y Ceri.
Las últimas entradas ya están a la venta y disponibles a continuación.
TEXTO | de Luke Botting
