Varios cientos de años antes de nuestra era, los fenicios, procedentes del Mediterráneo oriental, se asentaron en Ibiza. Eran un pueblo dinámico y comercial que adoraba a todo un panteón, incluidos el dios del sol Baal y la diosa de la luna Tanit, que representaba la danza, la fertilidad, la sexualidad y la creatividad. Curiosamente, los poderes de Tanit están vinculados a las fuentes de agua naturales de la isla, que representan fertilidad y pureza. El hecho de que los isleños sigan realizando bailes tradicionales alrededor de pozos y manantiales durante los meses de verano es un testimonio vivo de su influencia.
Considerada la protectora de Ibiza, Tanit tuvo en su día su propio templo donde hoy se encuentra la catedral de la ciudad de Ibiza. Su identificación con Ibiza es, por tanto, antigua y omnipresente: muchos negocios locales llevan su nombre: Tanit Autos, hoteles Tanit, souvenirs Tanit, etc.
Hay dos lugares profundamente asociados a Tanit en Ibiza. El primero es la Cueva de Tanit en la Cala San Vicente, en el extremo norte de la isla. Se trata de un importante santuario descubierto en 1907. Aunque no hay vestigios reales que ver allí, es una caminata corta y agradable a lo largo de un sendero bien señalizado, ofrece excelentes vistas del campo y la costa, y será de especial interés para los amantes de la historia y los arqueólogos aficionados. La segunda zona imbuida de su presencia está en la costa oeste, hogar de inolvidables puestas de sol, con vistas al islote de Es Vedrà.
Muy popular entre los turistas, es una de las principales atracciones de Ibiza. Por tanto, ahora que conoces un poco su historia, si te encuentras allí, maravillándote con los gloriosos colores del atardecer y la imponente vista de las rocas gemelas, recuerda a Tanit, la deidad femenina de Ibiza y, muy posiblemente, la influencia original detrás de la mundialmente famosa escena musical y de baile de Ibiza.
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CRÉDITO DE LAS FOTOS | Última imagen cortesía del Hotel Can Salia
