Una de las discotecas más icónicas del mundo, Pacha Ibiza dio la bienvenida el pasado jueves a una nueva fiesta: El Baile. Presentada por el colectivo The Storytellers, El Baile es la evolución natural de Pacha, que lleva la creatividad a niveles futuristas.
Junta a algunos hippies, mételos en una nave espacial, haz una parada en Tulum para coger algo de ropa, coge el desvío que te lleva al año 2222, luego regresa a los años 80 y ¡voilà!, ya tienes todos los ingredientes para El Baile.
Los jueves Pacha se transforma completamente en un túnel del tiempo; con un diseño bastante laberíntico, aquí encontrarás una aventura diferente tras cada esquina.
Explorando la nave nodriza Pacha
Nuestro viaje comenzó en la terraza de la azotea un poco después de medianoche. Rebautizada como Calle de la Virgen para la ocasión, el cambio de nombre es un guiño directo a la emblemática calle de la ciudad de Ibiza.
Este punto de encuentro hippy chic, reconvertido en un bullicioso mercado, es bastante similar a los mercadillos vistos en otras ocasiones en Acid Sundays, o más recientemente, en Woomoon. Repleto de prendas de ropa mundana, puestos de bisutería hecha a mano, vendedores ambulantes de comida vegana e incluso un puesto de té chai, verás el lugar transformado en un mundo completamente distinto.
Incluso pudimos hojear algunos carteles retro de Pacha con fecha 1989. Muy guay.
El suelo de la azotea está cubierto por alfombras y pufs, y pequeñas lucecitas de colores cuelgan mágicamente por todo el lugar. Es un sitio ideal para sentarse, relajarse y disfrutar de todos sus atractivos.
A nuestra llegada nos recibieron con una maravillosa e intensa actuación en directo de Huaira. Era solo el piano y su cálida voz, filtrándose directamente al alma a través de los auriculares que repartieron para atenuar su interpretación.
En otra parte se proyectaba, en una pared, un documental sobre el fundador de Pacha, Ricardo Urgell.
NOS ADENTRAMOS EN EL túnel del tiempo
Tras un tiempo dedicado a examinar el mercado, decidimos continuar con nuestra exploración, bajando las escaleras a la misteriosa X Room de Xtra, una sala que tal vez conozcas bajo el nombre de Funky Room.
En gran contraste con la anterior, esta sala es oscura, con luces negras y rojas, lujosas cortinas e incluso una cama hecha. La música suena a todo volumen y las bailarinas vestidas de látex llevan a cabo actuaciones sadomasoquistas con una notable presencia LGBTQI, una experiencia de lo más bohemia.
Después de empaparnos lo suficiente de esta atmósfera transgresora, nos trasladamos de nuevo a la nave nodriza, la pista de baile principal.
Aquí el ambiente cambia radicalmente una vez más. Naves estelares cuelgan sobre nuestras cabezas y extrañas estatuas alienígenas con rostros boquiabiertos y sonrisas pícaras rodean la cabina del DJ. La decoración nos trae reminiscencias del interior de la cafetería de Regreso al Futuro 2.
Los acróbatas giraban y se retorcían dentro de un logo de Pacha gigante y las gogós iban vestidas como femmes fatales robóticas sacadas de una película de serie B de los años 70. Jugaban con un osito de peluche gigante, que casualmente llevaba un taparrabos. Automáticamente nos vinieron a la mente las palabras absurdo y maravilloso.
Verás claramente la influencia de Flower Power, pero El Baile ¡es como Flower Power pero bajo los efectos de DMT! Además de Flower Power, también tiene toques de Cirque du Soleil y de las fiestas LunArts.
Música del pasado, presente y futuro
Las selecciones de Sarah Main junto a la poderosa y emotiva voz de Amberay nos dieron la bienvenida a la pista de baile. La música animada llenaba el aire mientras los bailarines presentaban un espectáculo increíble en pleno centro de la pista de baile y, a veces, hasta flotando sobre ella.
Luego llegó el momento de que Kiddy Smile brillara e iluminara la sala como hizo. El ícono gay, con su gran sombrero de vaquero, lanzó una mezcla acelerada de Jackin' Chicago House y Disco moderno.
La música estaba en el punto álgido, y el número de personas en el interior era cada vez mayor. Todos bailaban con todos; no había extraños, solo compañeros compartiendo el momento. Estábamos todos juntos en esta peculiar nave espacial, rumbo a destino desconocido.
Y queremos hacer una mención especial a la plataforma de luces sobre la cabina de DJ principal.
Al manipular los paneles móviles como en ninguna fiesta anterior, el equipo de producción supo crear un OVNI sobre la pista de baile. Nuestros ojos se llenaron de rincones lejanos y fascinantes del universo mientras la música proporcionaba una corriente en chorro que nos lanzaba directos al espacio exterior.
Más tarde, la cabeza de cartel Erykah Badu, bajo su apodo DJ Low Down Loretta Brown, cambió el ritmo por completo, poniendo el tipo de música con la que se hizo conocida. Tras ella, Zakes Bandwini volvió a sacudir las cosas, lanzando su himno Osama desde el primer momento, antes de continuar por el mismo camino. La multitud disfrutó cada segundo.
En resumen, El Baile es una noche que rinde homenaje a Pacha en todas sus distintas encarnaciones, pasadas, presentes y futuras. Es también un ejemplo de fiesta moderna que creemos que aprobaría Ricardo Urgell, tantas veces crítico con la cultura de la música electrónica.
El tema central de la fiesta es el compromiso con la diversidad. Prometiendo al menos un 50/50 de hombres y mujeres en los line-ups y siempre esforzándose en ir más allá.
Igualmente diversa es la música que se ofrece. Escuchamos de todo, desde disco a soul, R&B a hip-hop o Jackin' house a afro house .
El baile ha aterrizado.
El Baile es una recipiente repleto de elementos que estimularán tu imaginación; una anarquía de ideas en sintonía como capas de un pastel maravilloso. Un pastel con dos cerezas encima, por supuesto.
Esta semana, El Baile se posiciona por la Paz Mundial 2022, invitando a la DJ ucraniana Nastia. Si quieres que The Storytellers te iluminen, dirígete a continuación para ver las fechas y encontrar tu entrada a las estrellas.
IMÁGENES | por Raúl Sánchez
