Las fiestas de las discotecas van y vienen, pero algunas aguantan el paso del tiempo. Después de algún tiempo sin aparecer, el DJ chileno-suizo Luciano regresa con su residencia Vagabundos, esta vez en Amnesia. Y nosotros nos pasamos por ahí para vivir en primera persona esta nueva residencia llena de fuerza y energía.
El concepto de esta fiesta nace de la experiencia del mismo Luciano, cuando en su gira de actuaciones se sintió como un vagabundo. Temporada tras otra, la fiesta aterrizó en grandes santuarios de la fiesta como Pacha, Space y Hï Ibiza respectivamente.
Y cada fiesta que daba era más popular, tanto entre residentes como visitantes a la isla. Por eso, Luciano regresa con esta fiesta, ahora abreviada a VGBDOS, que tendrá lugar en Amnesia durante 13 viernes este verano 2019. Aquí os contamos cómo fue la primera.
ATARDECERES Y ESTRELLAS CANDENTES
De hecho la fiesta arrancó horas antes de que Amnesia abriera sus puertas. Luciano y Kevin Yost lanzaron una pre-party de VGBDOS más suave en Café del Mar, mezclando para Ibiza Global Radio a medida que el sol se ponía en San Antonio.
Ambos artistas derrocharon buen rollo, lanzando temazos y bailando al ritmo de Say Goodbye (Losoul She's Homeless Mix).
Cuando la noche cayó comenzó el evento principal. A primera hora, la Terrace de Amnesia se estaba llenando la mar de bien. Kevin Yost regresó a los platos para animar a los asistentes con una sesión repleta de mezclas profundas y melódicas.
Este artista de talentos múltiples sabe como llevar a la multitud, y optó por una versión más tranquila de su sesión, preparando a los clubbers para los momentos más salvajes que estaban por llegar.
Entretanto, la ibicenca Anna Tur tomaba el control de la sala Club. Su energía y sensualidad se mezclaban con todo un despliegue de ritmos tech que nos dejaron hipnotizados.
Pincho grandes temazos con los que no pudimos parar de bailar, pero dio en la nota cuando lanzó el tema Drizzle de Zusan, momento en que la sesión de Anna llegó a su clímax.
LLEGADA DEL CLAN DE LOS VGBDOS
Kittin se encargó de subir el tono en la Terrace. Su tempo más acelerado con ritmos tech nos trajo reminiscencias del sonido ravero de la old school.
Temas como Attitude de Sascha Sonido hicieron que la multitud fuera aumentando el ritmo cada vez más rápido.
Mientras ella lanzaba estos sonidos rugientes, el clan de los VGBDOS tomaba la pista de baile. Al más puro estilo steampunk, bailarinas, zancudos y el tótem de vagabundos hacían su aparición en medio de toda esta locura.
La aparición de este bizarro pero entretenido espectáculo visual, añadió sin duda mucha potencia al ambiente ya lleno de energía.
Josh Wink también hizo que la pista de baile de la sala Club bailara emocionada durante su sesión. Este DJ de lo más alegre, sonreía sin parar a medida que mezclaba cada canción.
No es necesario decir que siempre es un placer ver a un artista que está encantado con lo que hace. Cuando sonó Lantana de Greg Gow, todas las manos se dirigieron al cielo, como intentando alcanzar los láseres.
BRUJERÍA Musical Y MAGIA clubbing
La sala ya estaba llena para la llegada de Luciano a las 04:00 h. Tanto por sus habilidades como DJ como por su carisma como artista, sus fans le adoran.
Al término de la sesión de Kittin la sala se llenó de aplausos, con más y más vítores cuando Luciano subió al escenario para dar comienzo a su sesión.
Con un set atronador repleto de samples de techno y toques de lo más ácidos, Luciano jugueteó con los asistentes lanzando cajas de ritmos de creación propia, con arpeggios y subidones que enloquecieron a su público. Pura magia.
Fuimos también a echar un vistazo rápido a la sala Club, donde nos encontramos con el grande de Detroit Kenny Larkin, haciendo verdadera brujería en la cabina del DJ. Cada botón que tocaba era con un propósito, y es que estaba metido de lleno en los platos.
The Yard Man de SRVD - un tema muy rápido y pesado - fue uno de los grandes momentos de la noche.
Luciano continuó complaciendo a sus asistentes durante la noche. Y de vez en cuando, una bailarina vestida de gitana predicaba desde arriba de la cabina el gospel de VGBDOS.
Y para cambiar la onda totalmente, lanzó el Say My Name de DJ Protein, un bombazo que resultó ser uno de nuestros favoritos de la noche y para el resto de la temporada.
El éxito de VGBDOS se debe en gran parte a la inyección de color, exuberancia y energía que la música y las actuaciones otorgan a la pista de baile. Este ambiente desenfadado y sin grandes lujos ni florituras, da la bienvenida a los más fiesteros en una noche repleta de buen rollo y buena música.
Con Luciano a los mandos, esta residencia los viernes por la noche solo puede ir a más durante esta temporada de verano.
Y le acompañarán algunos de los artistas más talentosos de la escena electrónica a lo largo del verano. Pásate por ahí y compruébalo con tus propios ojos.
Encontrarás más detalles a continuación.