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Rutas por Ibiza - pueblos y calas del Suroeste

Nuestra tercera ruta nos lleva desde Ibiza ciudad (Vila) hasta el pueblo de San José (Sant Josep), siendo testigos a nuestro paso de la belleza natural de las playas más impresionantes, de las vistas más espectaculares, y por supuesto, con la posibilidad de realizar una parada técnica para refrescar el gaznate y darle gusto al paladar.

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Nuestra tercera ruta nos lleva desde Ibiza ciudad (Vila) hasta el pueblo de San José (Sant Josep), absorbiendo a nuestro paso la belleza natural de alguna de las playas más impresionantes, de las vistas más espectaculares, y por supuesto, con la posibilidad de realizar una parada técnica para refrescar el gaznate y darle gusto al paladar.

San José es el municipio más extenso de los 5 en los que se divide la isla y el que cuenta con más playas y calas a lo largo de sus 80 km de costa. Alegra saber que se pueden hacer varios descansos durante el trayecto.

Atento a las señales de color rosa que anuncian la proximidad de monumentos históricos y a los símbolos representados por cámaras que subrayan la existencia de lugares con vistas espectaculares.


Ibiza - Es Cavallet/Las Salinas

Las Salinas

Saliendo de Ibiza ciudad, si tomas la carretera del aeropuerto pronto dejarás a tus espaldas la actividad frenética del mayor núcleo urbano de la isla. Nada más pasar la iglesia-fortaleza del pueblo de Sant Jordi (tiene almenas como las de un castillo) gira a la izquierda en dirección a las playas más "in" de Ibiza, Es Cavallet, que es famosa por ser nudista y por dar la bienvenida al mundo gay.

Si sigues recto por el puente, llegas a Las Salinas, que ofrece mucho más que los habituales corrillos de futbolistas disfrutando de sus vacaciones o el omnipresente famoseo luciendo palmito para deleite de las televisiones nacionales. Con aguas limpias y cristalinas y una pléyade de bares "fashion", no es raro que sean tan populares.

Si la playa no es lo tuyo, no desesperes porque esta zona está repleta de pasatiempos alternativos. Es un parque natural, los pájaros en sus migraciones hacen una parada fundamental en su periplo, y se pueden ver bandadas de flamingos en las salineras. Históricamente importante, la producción de sal se mantiene casi casi igual que hace 200 años. Además, hay dos iglesias fascinantes, construidas a finales del siglo XVIII por los mismos trabajadores de los campos de sal y la torre de defensa de Ses Portes, que supervisaba las rutas marítimas con la ayuda de 3 poderosos cañones.


Las Salinas - Cala Jondal

Cala Jondal

Desde estas dos playas, tomamos la carretera de vuelta a Ibiza ciudad y en la primera rotonda nos dirigimos hacia el aeropuerto. Al llegar, la carretera se bifurca a la derecha y después, en la señal de piedra Sa Caleta, hacia la izquierda bordeando la costa. Este enclave es conocido por ser Patrimonio de la Humanidad, ya que conserva restos de los primeros asentamientos fenicios en la isla. La cala de Es Bol Nou, protegida por paredes de arcilla roja, se encuentra al doblar la esquina para quienes busquen un remanso de paz.


Para un ambiente más animado, mejor dirigirse a Cala Jondal, playa con mezcla de cantos rodados y bancos de arena, rodeada de mansiones de millonarios y con una hilera de chiringuitos y restaurantes abiertos día y noche.


Cala Jondal - Es Cubells

Por senderos campestres continuamos, atravesando pinares de Aleppo ricos en esencias de romero, lavanda y tomillo, hasta reaparecer en Es Cubells. Un pueblo en lo alto de un acantilado, con una iglesia y un par de restaurantes y bares. Las vistas, un panorama magnífico de kilómetros de costa, son para morirse, y en la base de los acantilados hay una pequeña playa.


Es Cubells - Cala d'Hort/Cala Carbó

Cala d'Hort

No hay visita a Ibiza que se pueda considerar completa sin haber contemplado Cala d'Hort. Cualquier aficionado a la Historia querría desviarse hacia el asentamiento púnico-romano de Ses Païsses de Cala d'Hort y la torre de defensa de Cap des Jueu (Torre des Savinar), que contrariamente a la creencia popular, no fue construida para proteger el escondite favorito de los hippies -Atlantis o Sa Pedrera-.

La belleza de la playa de Cala d'Hort corta la respiración cuando se admira la imponente aparición del islote de Es Vedrà. Un par de restaurantes y las aguas cristalinas del mar completan la imagen, que no la superan.

Bordeando la costa aparecerá Cala Carbó, pequeña playa escondida con un restaurante excelente.


Cala Carbó - Cala Vadella

La carretera llena de curvas te lleva hasta Cala Vadella, una bahía hermosa rodeada por residencias de temporada. La playa es de arena fina y tiene los bares y restaurantes suficientes para redondear la jornada.


Cala Vadella - San José

No pases de largo en esta ruta tan completa sin pasar por San José para subir el promontorio conocido como S'Atalaia, que con sus 475 m por encima del nivel del mar es la cima más alta de la isla. Si no tienes mucho espíritu caminante no pasa nada porque es accesible en coche. Las vistas desde lo alto de la atalaya bien merecen la pena.

Sant Josep es un pueblo pintoresco de bares y restaurantes encantadores, una iglesia con historia, tiendas con género único y un ambiente distendido y casual, ideal para rematar un día cualquiera de tus vacaciones ibicencas.

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